bueno, espero que todo ande bien y también espero que se edite pronto la "otra parte" de civilización y barbarie. acá tu música sigue sonando y cada vez más gente te sigue conociendo y apreciando. só isso, un abrazo, charly"
(viernes, 23 de noviembre de 2007, 03:05 pm)
"hola charly querido
soy nacido en la plata y criado en b bca
mis padres son de b bca
mis abuelos son de b bca
mis primeras novias son de b bca
mis bisabuelos son de b bca
pero naci en la plata
un beso grande
tocamos en la plata el 6 de diciembre
besos
r"
(viernes, 23 de noviembre de 2007, 11:32 pm)
Entonces en qué quedamos?
Ramiro Musotto nació en La Plata y es de Bahía Blanca?
y... un poco sí y un poco no.
Porque todo en Ramiro era así: el estar en 2 mundos a la vez.
Nació en Argentina, pero desde hace 26 años vivía en Brasil.
Siempre fue percusionista, desde chico, pero hace más de 20 años comenzó a meterse con las programaciones electrónicas.
A los 16 años tocaba en la orquesta de Bahia Blanca y un par de años después aprendía de capoeiristas -un poco virtuosos y un poco malandros- del Pelourinho (Salvador), en tiempos en el que el tal Pelô no era un barrio para espíritus sensibles.
Y así fue: desde que llegó a Bahia, a comienzo de los '80, recorrió terreiros y blocos afro, donde se estaba gestando el samba-reggae mientras tocaba frevos y canciones de moda en los trios elétricos top del carnaval baiano.
Y fue el convivir con esos 2 mundos, por entonces muy lejanos entre sí, de los blocos afro y los tríos eléctricos, lo que lo tornó una pieza clave cuando estos conjuntos de clase media-alta, se vieron obligados a interpretar el ritmo de los pretos, que hasta ese momento solo participaban en el carnaval baiano como público
Ramiro conocía los dos mundos y estaba junto a
Gerônimo, en 1987, cuando este cantó aquello de
"eu sou negâo, meu coraçâo é a liberdade.." para cambiar el rumbo del carnaval baiano. También estaba cuando la
banda Reflexus grababa
"Canto para Senegal" (sene, sene, Senegal...) para indicarle al violero cómo traducir a la eléctrica el toque samba-reggae y transformarlo en el primer samba-reggae eléctrico.
Y cuando digo estar en 2 mundos al mismo tiempo, también en estar en 2 tiempos a la vez: en el presente y en el futuro. Ramiro era un tipo que verdaderamente "la tenía clara" y cuando salió de gira con
Margareth Menezes por Europa, aprovechó para invertir lo ganado en las primeras máquinas de ritmo verdaderamente complejas. Y con la ventaja de ser un virtuoso percusionista, le sacó a las programaciones un provecho que, hasta ese momento en Brasil nadie había alcanzado.
Por eso
Daniela Mercury lo llevó con ella a Rio de Janeiro cuando
Liminha iba a producirle el disco que la lanzaría como estrella nacional e internacional. Por eso el mismo
Liminha les sugirió a
Caetano y
Gil unas bases de Ramiro para el disco Tropicália 2, de 1992.
De ahí en más le llegó el reconocimiento nacional en un ambiente difícil: trascender como percusionista en Brasil…
El trabajo entonces lo llevó a mudar Salvador por Rio de Janeiro, siendo un percusionista-programador-productor muy requerido. Son innumerables las participaciones de Ramiro, por nombrar una, la producción de parte del disco debut de
Zeca Baleiro.
Formó parte del grupo de
Martinho da Vila-
ah, ¿entonces era sambista?
Fue percusionista de
Lulú Santos, Skank y
Paralamas.
-ah, ¿entonces era pop?
Tocó con
Marisa Monte, Lenine, Chico César, Adriana Calcanhotto ...
-ah, ¿entonces qué era?
Y sí, era samba y rock, popular y alternativo.
Cuando salía en grandes giras, con
Skank por ejemplo, aprovechaba el tiempo en hoteles para ir armando lo que sería su primer disco y que terminó siendo el revelador
Sudaka(2004), donde convivirían
Glauber Rocha, el
Gato Barbieri y el
boteyiro, boteyirooo.
Su mundo era inmenso y por eso si viajaba una semana a la Argentina para dar 3 o 4 recitales, al mismo tiempo armaba talleres, colaboraba en grabaciones de otros y encima pinchaba discos en algún evento. Y no estoy exagerando. En uno de esos viajes (2005) fue cuando lo entrevisté por primera vez. Ramiro tenía tan llena la agenda que al final me dijo:
"llamame tal día, voy a estar durmiendo pero despertame igual, porque más tarde tengo esto y lo otro". Y así fue: lo llamé, lo desperté, me pidió que lo vuelva a llamar en 10 minutos y después charlamos más de una hora, con toda intensidad.
La última vez que estuvo en La Plata seguía a ese ritmo: en menos de 48 hs dio 2 recitales, un taller y una charla.
Por todo eso, por tanta vida que tenía el loco, se hace imposible comprender que ya no está.
Que nos va a quedar lamentarnos por una obra única que recién comenzaba a dar a luz. Que nunca vamos a escuchar ese disco de sambas que pensaban realizar con
Zeca Baleiro. Que no va a existir ese disco con
Naná Vasconcelos, que este año no va a estar por acá.
Y mucho más para lamentar.
Nos queda la satisfacción de haberlo visto sabiendo que estábamos en presencia de un creador en serio, de aquellos que verdaderamente modifican la realidad.