sábado, 31 de julio de 2010

viernes, 23 de julio de 2010

O tempo não para (2º parte)

Foto: Ariel Sabatella


En la entrada anterior hablaba de carnavales pasados, blocos afro y samba reggae, no?
Y hoy me acordé de un muy buen reportaje que le hiciera sobre el tema Gabriela Apestegui a Ramiro Musotto, publicado en los números 45 y 46 de la excelente revista Quilombo (a propósito, la semana pasada tuvimos al aire una interesantísima charla en la radio con su directora, Dinah Schonhaut).
Aquí reproduzco sólo un fragmento, donde Ramiro cuenta los orígenes del tal samba reggae:

¿Cómo surge el samba-reggae?
R El samba-reggae son las comparsas de carnaval de los negros de los barrios. Es el samba de comparsa. Eso en Río sería samba enredo (samba carioca) y acá en Salvador es samba-reggae, que es un ritmo moderno. Las scolas do samba en Río nacieron en el ´20: una comparsa que toca batucada, organizada de una manera particular, con tantos zurdos, repiques y redoblantes, un pasista con una banderita, el que hace el malabarismo con el pandeiro… Todo eso es cultura de Río de Janeiro. Pero ese modelo se exportó y fue un boom: en todo Brasil aparecieron scolas do samba imitando a las de Río.

¿También ese esquema llegó a Salvador? R Lo que pasó en Salvador fue que en el 70 aparece por un lado el movimiento black -que en Estados Unidos fue el black power- con toda su revitalización de la cultura negra. Por el otro, Bob Marley en Jamaica. Entonces para toda la gente que hacía carnaval acá, los que escuchaban a Marley, los negros que militaban en el Movimiento Negro Unificado o en el PC, para ellos el esquema de escola do samba era decadente, porque junto con esa simbología mostraba a la mujer desnuda, el erotismo de la negra, el estereotipo de la mulata sensual. De este movimiento surge Ilé Aiyé, que inventa una nueva manera de salir a la calle con las comparsas que no es la escola do samba, es el bloco afro. Y eran completamente diferentes, en la opción estética, en el discurso, en el concepto, en todo. Ilé Aiyé es el primer bloco afro, que sale en el 74, y a partir de ahí empieza a formarse lo que es el samba-reggae hoy. Y cuando sale Ilé les vuela la cabeza a todos, ahí los ven Gilberto Gil, Caetano, todos.
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¿Qué otras diferencias encontrás entre Río y Salvador?
R Otra particularidad eran las letras, que no eran, “qué lindo es Brasil, pasión de mi corazón….”, como en Río. No, nada de eso; ellos tenían letras críticas, de reivindicación socio-política. La estética también era otra, porque no eran unos tipos sonrientes sino unos rastas que te miraban de reojo. Era otra onda completamente distinta, aunque el ritmo era parecido, porque ambos hacían samba, pero Ilé no tenía nada que ver con las scolas. Más tarde, con el pasar de los años, se fueron diferenciando cada vez más: aparecen otros instrumentos, como el zurdo con dos baquetas, y el baile empieza a parecerse a la danza de orixás, que no tiene nada que ver con el samba sino que es un baile usado en el candomblé. El ritmo de Río es cada vez más rápido y acá se hace cada vez más lento, sumándole la cadencia del reggae de Bob Marley. Y así, a una velocidad más lenta, el ritmo se transformó en samba-reggae. A partir del 74 empieza el boom de los blocos afro. Salen Malé Debalé, Ara Ketu, Olodum, Muzenza, Afreketé, blocos que tocan de la misma manera que Ilé Aiyé, siguiendo la manera de tocar y componer del primer disco, emblemático, de Ilé que es “Canto Negro”.


Foto: Ariel Sabatella


¿Cómo siguió ese camino?

R Esa fue la situación que yo encontré en enero del 84 cuando llegué a Salvador: todos tocando como Ilé Aiyé. En el 84 y 85 Olodum empieza a diferenciarse, pero igual tocaba con los mismos instrumentos, hasta que en el 86 esto cambia porque aparece un mestre de percusión, Neguinho do Samba, que empieza a poner el repique con dos baquetas (antes se usaba una y la mano, como en Río). Ahí Olodum empieza a crear otros ritmos y sale como el único bloco afro que toca diferente de Ilé Aiyé. En el 86 sale con 3 ritmos diferentes: reggae, samba-reggae y merengue, mientras que Ilé tenía uno solo, en 3 velocidades: más lento, medio y rápido. Entonces Olodum no toca el ritmo de Ilé Aiyé y toca 3 ritmos diferentes con 2 baquetas. Eso era rarísimo, la gente decía “¿qué tocan esos?”. Eso fue en el 86 y yo vivía acá, así que pude ver toda la transformación: el Olodum que toca con 1 baqueta, el que pone dos, el que sale con un solo ritmo y el que sale con los 3. Yo vi todo eso, yo estaba ahí, en las calles de Pelourinho, que era donde ellos ensayaban. Yo escuchaba los tambores desde mi casa y sabía que estaban ensayando, entonces bajaba y miraba todo. Por eso me enamoré del samba-reggae, porque lo vi nacer. En el 87 ya había grupos que salían tocando igual que Olodum, en el 88 y 89 estaba dividido: mitad tocaba como Ilé y mitad como Olodum, y del 90 al 92 todos tocaban como Olodum y nadie como Ilé Aiyé, sólo ellos mismos. Ilé continuó resistiendo, manteniendo las raíces. Ahora el carnaval es un pandemónium, todos quieren inventar sus ritmos y es una cosa demasiado exagerada: inventar e inventar y cambiar y cambiar. Este es un momento muy especial y difícil para los blocos afro.

¿Qué está pasando con los blocos afro hoy?
R Están muy tapados por la música más comercial que se hace con las bandas como Ivete Sangalo, Chiclete com Banana, Yamil, etc. Los blocos no tienen hoy la misma fuerza que antes, pero bueno, es un momento, hay que reestructurar. Los blocos empezaron, ya hace 10 años, a seguir el modelo de las bandas y a desafricanizarse un poco, a poner teclados, saxos, bajos, y muchos perdieron su esencia. Ahora escuchás un disco y no sabés si es una banda o un bloco afro, y antes eran totalmente diferentes. Inclusive había mucho prejuicio, la gente decía que eran unas latas viejas sin armonía, y justamente esa era su originalidad. Hoy los blocos afro salen arriba de un camión en lugar de ir por la calle caminando, como las comparsas. Lo que pasa es que si venís caminando con la batucada y pasa un trío eléctrico, que es un camión gigante con las bandas tocando arriba, nadie escucha más nada y el trío tapa todo. Entonces los blocos se subieron arriba del camión, pero ahí en vez de 100 músicos, como antes, entran 10, con micrófonos, y no es lo mismo. Le ponen un teclado, una trompeta… y así se va desvirtuando. Es muy difícil luchar contra la industria, y en Salvador la industria del carnaval es enorme.
(Gabriela Apestegui - Revista Quilombo nº 46)


Y hablando de Ramiro: no dejen de visitar el blog del periodista Diego Oscar Ramos , donde se pueden encontrar excelentes artículos y reportajes en su homenaje: http://testimoniosyhomenajes.blogspot.com/

Y Ramiro en acción dirigiendo un taller de samba reggae en La Plata, en 2008 (casi dos años ya, o tempo não para...)


domingo, 18 de julio de 2010

O tempo não para

A veces da bastante impresión ver el paso del tiempo en los otros (para no hablar de uno, no? je), pero tal vez el comentario de Hernán en la entrada anterior me llevó a recordar cómo era Salvador (BA) muchos años atrás.
Y así fue como me topé en la rede con unos videos que me llevaron a aqueles tempos... y a la vez me trajeron, sin escala, a este milenio.
Y da para compartirlos, así que les paso a contar:
En la segunda mitad de los '80, la música del carnaval de Salvador empezó a mudar. Ya no sonaba exclusivamente el frevo baiano, sino que aquellos negros que siempre habían participado en la fiesta como espectadores empezaron a ocupar un rol protagónico. "Eu sou negão" cantó Gerônimo y a partir de ahí la música de los blocos afro se impone sobre cualquier otra.
El samba-reggae sube a los trios elétricos (en buena medida gracias a Ramiro Musotto que recodificó el toque del Pelourinho) y la folia se vuelve más sensual.
Las letras se transforman en tratados históricos- antropológicos y la galera toda repetía como un mantra el estribillo de Farão:

"Tutacamom
Hei Gize!
Akhaenaton
Hei Gize!
Tutacamom
Hei Gize!
Akhaenaton..."

O cantábamos especies de resúmenes Lerú de historia malgache:

Criaram-se vários reinados, o Ponto de Imerinas ficou consagrado
Rambozalama vetor saudável, Ivato cidade sagrada
A rainha Ranavalona destaca-se da vida e da mocidade
Majestosa negra, soberana da sociedade
Alienado pelos seus poderes rei Radama foi considerado
Um verdadeiro Meiji que levava seu reino a bailar
("Madagascar Olodum")

Al mismo tiempo todo el mundo se emocionaba con Senegal y la grandeza del negro en "Canto para o Senegal", de Ilê Aiyê.
Los "trios", que hasta ese momento habían ignorado esa música, debieron adaptarse rápidamente y sumar algún samba-reggae a su repertorio.
Y muchas otras que intuyeron la movida saltaron a la fama a caballito del nuevo ritmo.
De todas estas nuevas bandas que "tri-electrificaron" a los blocos afro, sin duda Reflexus fue la que mejor sonó y la que cosechó mayores sucesos.
Así sonaba en aquel tiempo



Luego de muchos años de no saber nada sobre ellos, vine a tropezar en la red con un reportaje a Marinêz, ex vocalista y símbolo de la banda, que con el paso del tiempo devino en una evangélica más.
Y me dio cosita verla así:



El tiempo pasó y aquellos años que pintaban prometedores en lo musical marcaron a la vez el final de una época y el comienzo de la industrialización del carnaval, y la transformación en un shopping a cielo abierto del Pelourinho
Y otras cositas más... Como el cambio que experimentó Marinêz.
Todo bom, pero yo prefiero recordarla así:





Y mais uma.
Antes del furor de la lambada (que fue ahí nomás) se había puesto de moda la dança da galinha (sí, el "baile de la gallina", no sonaba muito bonito, ne?) y Sarajane era su máximo exponente.
Al escucharla cantar "A roda" uno negaría todo lo que apunté más arriba sobre lo bueno de las letras, etc etc.:

Vamos abrir a roda
Enlarguecer
Tá ficando apertadinha, por favor
Abre a rodinha, por favor
Abre a rodinha, por favor
Abre a rodinha

Algunos quisieron encontrar en esta letra un guiño a algunos oyentes, ya que apertar es el término que se usa para decir "armar" un baseado (porro).
De ahí que muchos decían que la letra de este hit carnavalero de 1987 "estaba hablando del fasssooo".
Otros decían que era brega nomás.
El valor "artístico" del video es medio pobretón pero sí se alcanza a ver algunas imágenes del Salvador de los '80.
Ah: la batería electrónica que se escucha, me juego a que la puso nuestro Ramiro Musotto.


miércoles, 7 de julio de 2010

Veinte años sin Cazuza

Foto: Andre Camara

Hace 20 años nos dejaba Cazuza.
Muy temprano.
Demais.








Y una información que acabo de ver: hoy fallececió Ezequiel Neves, el irreverente descubridor-mentor y productor discográfico de Barão Vermelho (cuando Cazuza era su vocalista) y coautor de clásicos cazuzianos como "Por que a Gente É Assim?", "Codinome Beija-Flor" y "Exagerado".


sábado, 3 de julio de 2010

Raul Seixas, bahiano.


Foto: CONCEIÇÃO ALMEIDA


Días atrás hubiera cumplido 65 años uno de los bahianos más famosos y recordado en Brasil. Pero seguramente nadie relacionaría, de una a Salvador con él. Por eso este documental, "Moleques Maravilhosos", filmado el año pasado en la capital bahiana nos trae a Raul Seixas contado por sus amigos y recorriendo las ruas soteropolitanas.
Son tres partes y vale a pena (y para que pase pronto la pena sudafricana y no brasuqueira precisamente).









Fuente: Rolling Stone Brasil

viernes, 2 de julio de 2010

Se largó el FESTIVAL RUMBOS

Ya les avisé hace unos días, así que não den mole! (eso sí que es portunhol mesmo, je).
Toda la info acá

Ah, les dejo un videíto por lo de hoy al mediodía allá en Sudáfrica (el nuevo cantito de la torcida brasuqueira, parece...):