Ya que últimamente ando en la onda copy, paste y traducción, una buena sobre Lula Queiroga, un tipo para nada famoso pero que ya ha sido grabado por Pedro Luis, Lenine, Ana Carolina, Zélia Duncan, Ney Matogrosso, Roberta Sá y Elba Ramalho. Es que este pernambucano que ha grabado poco pero ha hecho mucho está por editar su ¡tercer disco!
Para quien no lo conoce, ya consígase Baque solto junto a Lenine, un disco que alumbraba algo de la onda pernambucana que iría a estourar en los '90, mangue beat mediante.
Un artículo de hoy en Jornal do Brasil:
RIO - Lula Queiroga es uno de esos nombres que, quien acompaña distraídamente la música brasileña desde los años 70, ya leyó en algún lugar. Él aparece hasta en los créditos de algunas bandas sonoras de filmes de Renato Aragão, como O trapalhão na Arca de Noé (1984), para el cual compuso y hasta cantó temas. Cantor y compositor de discografía reducida – son pocos títulos, el más pujante de ellos dividido con el coterraneo Lenine, Baque solto (1983) – Queiroga exhibe en Tem juízo mas não usa una sonoridad que puede recordar bastante a la del antiguo parceiro. Pero que él también ayudó a desarrollar en la época en que el coautor de Hoje eu quero sair só era una promessa de la MPB.
Cria del própio Queiroga, Pedro Luis aparece como parceiro en el tema que le da nombre al disco, un samba que acaba siendo como candidato a hit, uno de sus momentos más radiofónicos. Y paira sobre el soul-samba-nordestino Coração burro, una de las mejores del álbum. Aunque los estribillos y las lineas vocales de canciones como el batidão nordestino Você não disse sean "potencialmente comerciales", los 14 tracks del álbum suenan un tanto experimentales, bromas de estúdio junto a toques pop-MPB.
Entre ellos el choro nordestino Altos e baixos, cuya letra, confesional sin ser personal, tienen algo que remite a Titãs y a la fase setentista de Tom Zé. Y cuya grabación mistura guitarras (una de ellas tocada con una lapicera Bic) y programaciones de percusión. Belo estranho dia de amanhã, grabada ya por Roberta Sá en Que belo estranho dia para se ter alegria (2008) tiene la misma postura de insertar rarezas en la letra (que une partes habladas y cantadas) en armaduras pop. Tectopop lleva la fórmula al climax, con violas, percusiones y metales en medio de una tentativa de tecnopop nordestino marcial. Tem juízo mas não usa resulta una buena reinvención de la MPB.
Para quien no lo conoce, ya consígase Baque solto junto a Lenine, un disco que alumbraba algo de la onda pernambucana que iría a estourar en los '90, mangue beat mediante.
Un artículo de hoy en Jornal do Brasil:
RIO - Lula Queiroga es uno de esos nombres que, quien acompaña distraídamente la música brasileña desde los años 70, ya leyó en algún lugar. Él aparece hasta en los créditos de algunas bandas sonoras de filmes de Renato Aragão, como O trapalhão na Arca de Noé (1984), para el cual compuso y hasta cantó temas. Cantor y compositor de discografía reducida – son pocos títulos, el más pujante de ellos dividido con el coterraneo Lenine, Baque solto (1983) – Queiroga exhibe en Tem juízo mas não usa una sonoridad que puede recordar bastante a la del antiguo parceiro. Pero que él también ayudó a desarrollar en la época en que el coautor de Hoje eu quero sair só era una promessa de la MPB.
Cria del própio Queiroga, Pedro Luis aparece como parceiro en el tema que le da nombre al disco, un samba que acaba siendo como candidato a hit, uno de sus momentos más radiofónicos. Y paira sobre el soul-samba-nordestino Coração burro, una de las mejores del álbum. Aunque los estribillos y las lineas vocales de canciones como el batidão nordestino Você não disse sean "potencialmente comerciales", los 14 tracks del álbum suenan un tanto experimentales, bromas de estúdio junto a toques pop-MPB.
Entre ellos el choro nordestino Altos e baixos, cuya letra, confesional sin ser personal, tienen algo que remite a Titãs y a la fase setentista de Tom Zé. Y cuya grabación mistura guitarras (una de ellas tocada con una lapicera Bic) y programaciones de percusión. Belo estranho dia de amanhã, grabada ya por Roberta Sá en Que belo estranho dia para se ter alegria (2008) tiene la misma postura de insertar rarezas en la letra (que une partes habladas y cantadas) en armaduras pop. Tectopop lleva la fórmula al climax, con violas, percusiones y metales en medio de una tentativa de tecnopop nordestino marcial. Tem juízo mas não usa resulta una buena reinvención de la MPB.